Complejo Arqueológico de Miculla
Muy cerca a la ciudad de Tacna se encuentra un lugar lleno de historia y energía, que lo convierte en una experiencia inolvidable. Se trata de Miculla.
Es uno de los complejos arqueológicos más impresionantes de arte rupestre en los andes de Sudamérica. Se calculan 1,500 petroglifos distribuidos en un área protegida de 2,205.43 hectáreas, de las cuales 42 han sido habilitadas al servicio del turismo. La figura principal es la humana bailando, cosechando, peleando y tocando instrumentos. También hay llamas, pumas, águilas, roedores e insectos. Entre las plantas destacan el maíz, cactus y algunos arbustos.
Asimismo, el lugar cuenta con dos puentes colgantes de más de 72 metros de largo construidos sobre la quebrada de Palca, dos miradores, cinco ramadas de descanso, un muro de los recuerdos y un Museo de Sitio. Muy cerca están las aldeas de Tocuco, los Túmulos Funerarios de Miculla, el Cementerio ‘El Alto’ y otras pequeñas concentraciones de petroglifos en las quebradas de Miculla y Palca. Todo el complejo está rodeado por los cerros Wawapas y Miculla.
Rutas
Para ir a Tacna, desde Lima, es necesario abordar un avión. El periplo dura en promedio una hora con 45 minutos. Otra alternativa es que ir en bus a través de la Panamericana Sur. Los 1,293 Km. se recorren en 18 horas aproximadamente.
Miculla está a 22 km al noreste de Tacna, un viaje aproximado de 15 minutos en auto.
Más info
Los estudiosos consideran que los petroglifos se tallaron desde la época de la cultura Tiahuanaco (500 d.C.) hasta los años 1100-1445 d.C.
Una vez en Miculla lograrás ver el circuito turístico peatonal señalizado, desde el cual es posible ver el paisaje mágico de la ‘Pampa de Miculla’.
El circuito peatonal se inicia en el kilómetro 25 de la carretera asfaltada a Palca, desde donde se llega a una primera concentración de aproximadamente 150 petroglifos. Luego te encontrarás con el primer puente colgante rumbo a la segunda y más importante concentración de petroglifos.
Después pasarás por la ‘Piedra de la fertilidad’ y el ‘Geoglifo del Agua’. Más adelante se cruza el segundo puente colgante. Para el descanso y contemplación del paisaje, en el circuito se han habilitado miradores y cómodas ramadas.
El Instituto Nacional de Cultura – Tacna, desde 1984, ha intensificado su estudio y puesta en valor, convirtiéndolo en un lugar ideal para el desarrollo del turismo cultural, místico y de aventura.