Descubre Ayacucho en cuatro días



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Si hay una ciudad en el Perú donde se vive con especial devoción la Semana Santa, ésa es Ayacucho. Si todavía no tienes planes para tu próximo viaje, aquí te mostramos cómo conocer la ciudad de las 33 iglesias en cuatro días.

Día 1: la ciudad

Nuestro primer día en Ayacucho se inicia muy temprano con las misas del Jueves Santo. El primer día de la Semana Santa se realizan misas solemnes y las Iglesias son decoradas con altares finamente armados.

Terminado esto, vamos a conocer la Plaza de Armas, donde, todos los Jueves Santos, se venden panes y comida típica. Seguimos nuestra visita por algunas de las iglesias del Centro Histórico, como Santo Domingo, La Basílica Catedral, la Compañía de Jesús, San Cistóbal, Santa Teresa y San Francisco de Paula; cuya decoración y pinturas tienen un especial valor histórico.



Seguimos nuestra visita por las casonas coloniales de Boza y Solís, Chacón, Velarde, Centro cultural San Cristóbal; así como las de Olano, Castilla y Zamora. Nuestro día termina en el barrio artesanal Santa Ana.

Día 2: Huari y Pikimachay

A 22 km de la ciudad (un trayecto de media hora en auto) se encuentra el complejo arqueológico de Huari, uno de los centros urbanos más grandes del antiguo Perú. Tiene llamativas construcciones en barro y piedras.



Por la tarde podemos seguir con la visita al yacimiento arqueológico de Pikimachay, una cueva donde se hallaron restos de instrumentos en piedra de la época del paleolítico andino y restos de animales ya extintos.

Día 3: Vilcashuamán

Nuestro tercer día lo dedicaremos a visitar el Centro Arqueológico de Vilcashuamán, distante 117 km de la ciudad. Esta ciudadela incaica es considerada uno de los centros administrativos del imperio del Tahuantinsuyo, construida sobre lo que antiguamente fue una ciudadela Chanka.

El complejo alberga una importante pirámide ceremonial y los maravillosos Templos del Sol y de la Luna y el Acllahuasi, el “templo de las escogidas”. Asimismo sus edificaciones guardaban grandes riquezas y tesoros del imperio.

Día 4: las pampas de Ayacucho y gastronomía

En la maña podemos tomar un bus para ir al pueblo de Quinua, un trayecto que nos demorará unos 50 minutos. A un lado de este pueblo se encuentra la Pampa de Ayacucho, donde se libró la Batalla del mismo nombre, el 9 de diciembre de 1824. Aquí podremos observar un obelisco de 44 m. de altura, que representa los 44 años de lucha emancipadora, desde 1780, año de la primera revolución de Túpac Amaru.

De regreso en la ciudad, no podemos dejarla sin antes haber probado algunos de los platos ayacuchanos más característicos: la puca picante, el capchi, el cuy chactado o el puchero. Entre los restaurantes más conocidos están La Casona, ubicada en Calle Bellido 463, y el Wallpa Sua (Garcilas de la Vega 240).

Procesión del encuentro

Si tienes un día libre adicional, intenta llegar a la ciudad de las Iglesias el Miércoles Santo. Este día se realiza la emblemática Procesión del Encuentro, en la que las andas Virgen María y Jesús se encuentran en la ciudad. También es muy llamativa porque todos los asistentes se mantienen en silencio y portan velas, lo que la da una emoción especial al encuentro.



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