La Tunantada, Danza Emblemática de Jauja



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El Calendario Festivo del Valle del Mantaro: La Tunantada, Danza Emblemática de Jauja

El Valle del Mantaro, ubicado en la región Junín, Perú, es un crisol de tradiciones culturales, religiosas y artísticas que encuentran su máxima expresión en el calendario festivo anual. Entre las celebraciones más destacadas está la festividad en honor a San Sebastián y San Fabián, patronos del distrito de Yauyos en la provincia de Jauja. Esta fiesta, celebrada cada enero, tiene como protagonista a la Tunantada, una danza icónica que refleja la rica diversidad cultural y la identidad regional del Valle del Mantaro. Reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación desde el 21 de enero de 2011, la Tunantada es mucho más que un baile: es una representación histórica y social de la región.


Orígenes de la Tunantada

La Tunantada tiene sus raíces en la época colonial, específicamente en el siglo XVIII. Según la tradición oral, su origen se vincula al distrito de Huaripampa, creado en 1570, cuando los pobladores locales presenciaron la llegada del virrey Francisco Álvarez de Toledo con su séquito, acompañado de música y festividades. La población, en un intento de imitar y satirizar a los personajes de la comitiva virreinal, creó esta danza burlesca que combina elementos de las culturas indígenas, criollas y europeas.

Posteriormente, la Tunantada se trasladó al distrito de Yauyos, donde se consolidó como parte de la festividad en honor a San Sebastián y San Fabián. Este evento, celebrado del 20 al 25 de enero, incluye diversas estampas costumbristas como el “jergakumo” y el “jalapato,” con la Tunantada como el acto principal.




Significado de la Tunantada

El nombre «Tunantada» deriva del término español «tunante,» que significa bribón o taimado. Este vocablo refleja el carácter satírico de la danza, que se burla de los estereotipos sociales y étnicos de la época colonial. A través de personajes enmascarados, la Tunantada representa una revisión crítica de la historia vivida por el pueblo del Valle del Mantaro, interpretando las interacciones entre diferentes estratos sociales y su convivencia en un contexto colonial.

La danza no solo tiene un propósito festivo, sino que también es un vehículo de expresión identitaria, donde los pobladores reinterpretan la historia y las influencias externas, incorporando su propia visión y valores.


Personajes de la Tunantada

La Tunantada se caracteriza por una rica variedad de personajes, cada uno con vestimentas y actitudes que representan diferentes roles sociales. Entre ellos destacan:



  1. El Chuto: Es el personaje central, mestizo y burlón, que simboliza la resistencia indígena frente a los cambios sociales.
  2. La Chupaquina o Huanquita: Mujer indígena casada con un español, simbolizando el mestizaje.
  3. El Tucumano: Representa al arriero de mulas que comerciaba entre el Perú y el Virreinato del Río de la Plata.
  4. El Jamille: Un curandero andino que refleja el conocimiento ancestral.
  5. El Doctor: Figura de la época republicana, satirizando a los criollos y su manipulación de las leyes.
  6. La Jaujina y La María Phishana: Mujeres con trajes del siglo XX, destacando el carácter anacrónico y humorístico de la danza.
  7. El Auquish: Representa tanto a los jóvenes de sangre real como a los espíritus protectores de las comunidades.

Cada personaje tiene un papel específico en la narrativa de la Tunantada, contribuyendo a un retrato complejo y diverso de la sociedad del Valle del Mantaro.


Música y Coreografía

La música de la Tunantada es una parte fundamental de su identidad. Los instrumentos tradicionales incluyen guitarra, arpa, quena y violín. Con el tiempo, estas melodías han evolucionado, incorporando saxofones y clarinetes que otorgan un sonido más moderno y complejo.

La estructura musical se caracteriza por un ritmo de huaino dividido en dos partes, con frases melódicas que permiten improvisaciones tanto para los músicos como para los bailarines. Aunque la danza tiene un carácter burlesco, la música debe ser «huajaypa,» es decir, capaz de emocionar profundamente y “hacer llorar el corazón.”

La coreografía destaca por sus movimientos pausados y la interacción constante entre los personajes. Cada figura realiza gestos específicos que refuerzan su papel en la narrativa, mientras el grupo completo ejecuta desplazamientos sincronizados que cautivan al público.


Celebración de la Tunantada

La fiesta de la Tunantada, conocida como “Su Majestad la Tunantada,” tiene su epicentro en Yauyos, Jauja, del 20 al 25 de enero. Durante estos días, el distrito se transforma en un vibrante escenario de color, música y tradición, atrayendo a visitantes de todo el país y el extranjero.

Delegaciones de los 34 distritos de la provincia de Jauja y de otras zonas del departamento de Junín se suman a esta celebración, junto con decenas de orquestas típicas e instituciones tunanteras. El entusiasmo de los participantes y la belleza de los trajes tradicionales convierten a la Tunantada en una experiencia inolvidable para los asistentes.


Preservación y Variantes

Además de Yauyos, la Tunantada se baila en otros distritos del Valle del Mantaro, como Huaripampa, Yanamarca y Chucllú. En Huaripampa, la danza conserva un carácter más austero, con cinco personajes principales y vestimentas menos coloridas. Esta versión resalta la autenticidad del baile, enfatizando los elementos tradicionales frente a las adaptaciones modernas.

La preservación de la Tunantada ha sido impulsada por asociaciones culturales y la declaratoria como Patrimonio Cultural de la Nación, que refuerzan su valor como símbolo de identidad regional y nacional.


La Tunantada es mucho más que una danza: es un testimonio vivo de la historia, la cultura y las tradiciones del Valle del Mantaro. A través de sus personajes, música y coreografía, esta manifestación artística celebra la riqueza del mestizaje y la capacidad de los pueblos andinos para reinterpretar su pasado y adaptarlo a las exigencias del presente. La festividad en honor a San Sebastián y San Fabián es un recordatorio anual de la importancia de preservar y promover nuestras expresiones culturales, asegurando que su legado perdure por generaciones.

Jauja, con su herencia histórica y cultural, continúa siendo un epicentro de identidad y orgullo nacional, invitando a todos a sumergirse en la magia y el colorido de la Tunantada.



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