Trekking en Lamas a la catarata de Toroyacu
San Roque de Cumbaza es un lugar privilegiado en la Cordillera Escalera, a 45 minutos de Tarapoto. De este pueblo formado por comunidades nativas quechuas lamistas se parte por montañas de imponentes vistas, ríos, quebradas y cataratas hacia diversas rutas que exploran la impresionante geografía del lugar.
La catarata de Toroyacu es un conjunto de tres cataratas de casi 100 metros de altura. Cada vez que llueve y sube el caudal del agua, se oye el sonido de las caídas de agua como si fuera el bramido de un toro. De ahí su nombre. Este es un lugar sagrado para la cultura local, ya que aquí nacen las aguas que alimentan al río Cumbaza. Los locales recomiendan que se explore este lugar habiendo hecho antes una preparación física y espiritual.
El camino muestra la biodiversidad de la región según los distintos microclimas que crean diversos hábitats para una gran variedad de formas de vida. Se camina entra montañas cerradas de bosques tupidos, pasando por las alturas y por quebradas donde crecen plantas impresionantes como orquídeas de toda forma, tamaño y color. Aquí también hay grandes árboles llenos de poder energético para las culturas locales, donde viven también muchas especies de aves. Durante el recorrido también se encuentra al Atunrumi de Yuractio y al Atunrumi Mayor, rocas madres de más de 100 metros de largo que asemejan a calles pavimentadas en la mitad de la selva. La cascada de Rumiyacu, de 20 metros de altura y una linda poza, también está en la ruta.
Al final está Toroyacu, conocida también como Sunipicausani en la lengua local, ubicada a 1230 msnm y su gran caída de agua. A medida que uno se acerca, va oyendo el estruendo del agua al estrellarse en la poza
Hay dos tipos de viaje a pie que te llevan hacia la catarata de Toroyacu. La primera, llamada la Ruta Ecológica, permite un contacto constante con la naturaleza, mientras que, por otro lado, está la Ruta Cultural, que permite al viajero experimentar de cerca la cultura de la zona. Son 6 días de caminata que muestran un impresionante lugar oculto en la selva de montaña del norte de nuestro país. Al estar ahí, uno se conecta con la naturaleza y deja que el espíritu se recargue de todo lo que pierde cuando anda perdido en la ciudad.