Viaja en familia: Máncora y Vichayito
Si buscas pasar unos días de relajo y diversión en familia, en Máncora y Vichayito encontrarás mucho más que playas. En este post te mostramos cómo disfrutar de este destino con tus seres queridos.
Dónde quedarse
Si viajas a Máncora con tu familia, los hoteles de Las Pocitas y Vichayito son los más adecuados. Los servicios de esta zona son ligeramente superiores a lo que encontrarás en Máncora Pueblo y además estarás más cerca de las mejores playas.
Algunos de los hoteles más conocidos de Las Pocitas son Grandmare, Hotel Casa de Playa, el Sunset, y el Claro de Luna, uno de los mejor rankeados según el portal TripAdvisor. Bañarse en las pozas de piedra (que le dan el nombre a la zona) es como disfrutar de una piscina con apacible agua de mar y sin postergar el contacto con la naturaleza.
Si optas por Vichayito, a escasos kilómetros al sur de Máncora, los establecimientos más conocidos son Costa Blanca, Route 66 y Vichayito Bungalows y Carpas. Además, en estas zonas hallarás algunas de playas más tranquilas.
Aprender surf
Una actividad que en Máncora atrae tanto a grandes y a chicos es el surf. Si todavía no sabes correr tabla o los pequeños de casa están entusiasmados por aprender, aquí encontrarás quién les enseñe.
Uno de los establecimientos más conocidos es el Laguna Surf Camp, cuya directora, Pilar Irigoyen, es una de las pioneras en la enseñanza de este apasionante deporte en la zona.
Eco fundo La Caprichosa
Si quieres complacer a cada miembro de tu familia, no puedes dejar de visitar el Eco-Fundo La Caprichosa, ubicado en la Quebrada Fernández, a 20 minutos del Pueblo. Gracias a la gran variedad de sus actividades, cada uno encontrará lo que busca.
Si te gusta la aventura, puedes hacer canopy o escalada en palestra; si estás interesado en la naturaleza y en conocer la región, puedes dar un paseo por el establo de cabras, participar en actividades de reforestación o pasear en cuatrimotos ecológicas por toda la Quebrada, y conocer así el valle y sus especies autóctonas.
Para los que prefieran descansar, hay una piscina y juegos para niños (saltarines, fulbito de mesa y otras sorpresas más). Y si quieres recargar fuerzas después de tanta acción, el restaurante ecológico ofrece platos preparados con ingredientes frescos de la zona, una delicia.
Antes de irte, no olvides pasar por la tienda de La Caprichosa, donde encontrarás diversos productos elaborados con insumos naturales, como el jabón de leche de cabras, encurtidos y miel.
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