Viaja y conoce Zaña
Al oír hablar de ruinas, pensamos al instante en tiempos prehispánicos. Sin embargo, cerca de Chiclayo, vestigios de iglesias coloniales forman un recordatorio de lo que alguna vez fue Zaña.
En medio de campos de cultivo, se aprecian los restos de cuatro templos imponentes: San Agustín, San Francisco, La Merced y la Iglesia Matriz. Estas fueron parte un gran centro de actividad comercial durante la Colonia, en el que vivían y trabajaban miles de personas. La Villa Santiago de Miraflores de Zaña fue fundada en 1563 frente al Cerro Corbacho.
En algo más de dos siglos pasó del esplendor a la decadencia. Su estratégica posición, entre Chiclayo y el valle del Jequetepeque, le dio riqueza a sus pobladores. Su fama llegó a oídos del pirata británico Edward Davis, quien saqueó la ciudad en 1686. Aún no recuperados, en 1720 una inundación terminó de arruinar todo. La gente abandonó Zaña y dos años después creo un nuevo pueblo a poca distancia. Es la historia del destino que se ensañó con una urbe. Pudo con las edificaciones, pero el legado de sus habitantes perdura hasta nuestros días. Mira cómo ir en rutas.
Rutas
Para ir a Zaña desde Lima debes dirigirte por la Panamericana Norte rumbo a Chiclayo. En el trayecto, pasando Chepén y antes de llegar a Reque, se encuentra el desvío (hacia la derecha) que lleva a Zaña y Cayaltí. Este periplo dura aproximadamente diez horas.
Otra opción es que arribes a la ‘Ciudad de la Amistad’ y, luego de instalarte, tomes un bus o taxi local que te transporte hasta Zaña. Entre la capital y Chiclayo hay 770 km. que se recorren, a través de la Carretera Panamericana Norte, en un promedio de diez horas. También puedes abordar un vuelo que te traslada en hora y quince minutos. Finalmente el camino entre Chiclayo y Zaña se hace en hora y media.
Más info
El gran desarrollo económico de Zaña hizo posible la llegada de una considerable población esclava negra y asiática. Allí arribó Santo Toribio de Mogrovejo, quien residió en el lugar hasta su muerte producida en 1606.
La inundación de 1720 fue producto del fenómeno de El Niño. La mayoría de los habitantes se trasladó a la localidad de Lambayeque.
La iglesia de San Francisco presenta una fachada azul y rojo con varios nichos vacíos, además de un arco alto de ladrillo que sobrevivió a la catástrofe. Por su parte, en La Merced y San Agustín aún se pueden ver pintados en las entradas los símbolos de sus respectivas órdenes.
El actual pueblo combina viejas casonas elaboradas con vigas de algarrobo y casas modernas. Sus fiestas principales son tres: Santo Toribio de Mogrovejo (27 de abril), San Isidro Labrador (15 de mayo) y Aniversario de la Fundación de Zaña (29 de noviembre).