Viaje en pareja: Cusco
La ciudad imperial del Cusco es un destino majestuoso y lleno de energía. Pero sin duda, se disfruta más cuando se visita junto a alguien especial. Acompáñanos en nuestro recorrido por este mágico destino.
Primer día: llegada
Para aprovechar al 100% nuestro viaje, decidimos tomar el primer avión disponible del día, lo que nos permitió llegar al Cusco alrededor de las 8 de la mañana. Para evitar problemas con el soroche, descansamos un rato en el hotel para luego salir a conocer la ciudad.
La industria hotelera en la ciudad es muy amplia y hay hoteles para todos los bolsillos y todas las necesidades. Una de las cadenas que ha ganado mayor renombre es Casa Andina, cuyas habitaciones pueden costar entre S/. 400 y S/. 500. Además de tener un excelente servicio al cliente, sus hoteles están ubicados en puntos céntricos de la ciudad.
Empezamos con un city tour que nos llevó a la Catedral y luego al Koricancha, cuyas bases incaicas sirven de cimientos al convento de Santo Domingo. Antes de seguir nuestra ruta, almorzamos en el restaurante Greens Organic, donde disfrutamos de un cebiche de trucha y mango, y pastas con ingredientes típicos, como los ravioles de quinua y espinaca.
Después de nuestro almuerzo, ligero pero muy sabroso, fuimos a las ruinas cercanas a la ciudad: la sorprendente fortaleza de Sacsayhuamán, el centro ceremonial Kenko, Pucapucará, y Tambomachay. Nos quedamos impresionados con la magnitud de la arquitectura incaica y la facilidad con que ésta se integra en los paisajes, un arte que todavía en nuestra época no terminamos de dominar.
Por la noche, cenamos en el LIMO Cocina Peruana & Pisco Bar, cuyo ambiente es ideal para tomar unas copas y disfrutar de una variada carta de comida, que incluye sushi, comida peruana fusión y carnes. Riquísimo.
Segundo día: Machu Picchu y ritual andino
Aunque esta no fue nuestra primera visita a la ciudadela de Machu Picchu, sí fue la más especial. Por la mañana nos dirigimos a Ollantaytambo, donde tomamos el tren hasta Aguas Calientes. Allí preferimos ahorrar un poco de tiempo y subimos en bus (s/. 32 ida y vuelta aprox.), en vez de subir caminando.
Después de realizar un breve recorrido por la ciudadela, participamos en un Arac Masin, una ceremonia simbólica de amor entre parejas. La ceremonia se realizó en las faldas de la montaña sagrada de Machu Picchu y estuvo dirigida por un sacerdote andino, quien también nos leyó la hoja de coca. Además, hicimos ofrendas a la pachamama para que nuestra unión se haga más fuerte.
Esta segunda noche, decidimos alojarnos en el Hotel Sumaq de Machu Picchu, donde disfrutamos de una cena romántica a la luz de las velas.
Tercer día: spa y Valle Sagrado
Temprano, antes de partir, decidimos pasar unas horas en el spa del hotel que ofrece distintos tipos de masajes y terapias relajantes. Antes del almuerzo, partimos hacia el Valle Sagrado, nuestro último hospedaje en Cusco y donde disfrutamos del relajo.
En el Valle Sagrado, también escogimos un hotel de Casa Andina, ya que también tenía un spa y varias comodidades. Una de nuestras actividades favoritas fue el paseo a caballo por el Valle: apreciamos algunos de los paisajes más hermosos de la región. Si uno se anima, también se puede hacer canotaje o alquilar bicicletas de montaña en el mismo hotel, pero preferimos optar por un plan más tranquilo.
Por la noche, cenamos en el hotel y disfrutamos del cielo estrellado desde la terraza.
Cuarto día: regreso
El cuarto día regresamos temprano a la ciudad. Y antes de irnos al aeropuerto, pasamos por los barrios de San Blas y San Jerónimo donde compramos algunos cuadros y recuerdos de nuestro viaje.
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No te despegues de este blog para aventurarte con nuestros viajes en pareja. Si deseas algún dato extra, puedes dejarnos un comentario.